Hemos pasado, estamos pasando, de un estado ausente a un estado usurpador. El estado actual (ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas, gobierno, ...) viene de realizar una trayectoria mísera en cuanto a oferta de servicios a acaparar de forma abusiva los diferentes sectores sociales y económicos de nuestro vivir cotidiano. La Constitución española garantiza los derechos de los españoles pero en ningún sitio dice que tenga que ser el estado quien los haya de ofertar. A veces cuando voy a comprar el diario le pregunto al quiosquero ¿qué diario regalan con la toalla de playa?, pues parece que ciertas empresas periodísticas más que vender su propio producto se dediquen a la venta de películas, música, cuberterías, especias, .... Lo mismo le pasa al estado y, si no, hagan la prueba:
- la oferta de escuelas de titularida pública es el campo de batalla donde actualmente se distraen muchos problemas sociales por parte de nuestros gobernantes y hoy, prácticamente, no se ofertan nuevas escuelas de titularidad privada porque políticamente así se ha decidido.
- si usted es joven y busca piso no sufra, o mejor sí, pero seguro que se podrá dirigir a su ayuntamiento donde encontrará una oficina municipal que gestiona pisos de alquiler o de compra-venta.
- si usted se queda en paro y busca trabajo o reciclarse sólo tiene que acudir a una oficina municipal para apuntarse en alguna lista de ofertas o realizar cursos subvencionados.
- si quiere enterarse de las noticias de su ciudad sólo ha de sintonizar con la televisión municipal a las horas pertinentes y siempre que la loa y las alabanzas al alcalde de turno se hayan acabado. La verdad es que estos programas dedicados a los alcaldes me recuerdan mucho el estilo Hugo Chávez.
- si quieren sintonizar la emisora de radio municipal también podrán hacerlo aunque ésta sea un mero repetidor de alguna cadena estatal más amplia y la informació de su municipio quede reducida a unos pocos minutos al día.
- y, cómo no, aunque usted haya puesto en la puerta de su casa el rótulo “Publicidad no, gracias” recibirá el panfleto municipal o autonómico en el cual se loan todas las virtudes pertinentes de nuestros gobernantes.
- la asistencia a algún concierto musical pasa muchas veces por una taquilla municipal que nos cobra igual que un promotor privado.
Y lo mismo podríamos decir, en menor o mayor grado, de las exposiciones de pintura, de competiciones deportivas, de piscinas de centros deportivos, de la sanidad, de los campamentos de verano, de las semanas blancas, del transporte público, ........ El estado usurpador está presente en todos los ámbitos y sectores de nuestra sociedad y no es esto, o mejor dicho, no debería ser así.
Todavía recuerdo la imponente cantidad de 35 pisos alquilados por el servicio joven del ayuntamiento de mi ciudad en un año, servicio compuesto por tres personas, lo que da a doce pisos por trabajador y a uno per mes/trabajador. Resumiendo, que si fuera una empresa privada ya hubiera ido a la bancarrota.
Pero ahí está la madre del cordero, que como lo pagamos entre todos no lo paga nadie y de esta forma los diferentes representantes del estado pueden alardear de ofrecernos servicios públicos y dedicarse a ofrecernos, cada vez más, un catálogo inacabable de cosas gratuítas a, eso sí, un precio desorbitante.
1 comentari:
Aúpa la propiedad privada, abajo el estado ladrón.
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