El presidente de la Generalitat José Montilla fue el convidado del programa Tinc una pregunta per a vostè (Tengo una pregunta para usted) de TVE, que ayer se emitió en una edición especial para Cataluña. Un participante del programa le preguntó por qué llevaba a sus hijos a una escuela privada (que no privada-concertada) a lo que el señor Montilla respondió que era una opción personal. Yo creo que si el tema se hubiera quedado aquí no habría pasado gran cosa, pero mira por dónde nos levantamos hoy con que el secretario de organización del Partido Socialista de Cataluña-PSOE, José Zaragoza, ha justificado la opción "personal" del presidente José Montilla y ha reiterado la apuesta del PSC-PSOE por la educación pública. Es más, en rueda de prensa el señor Zaragoza ha dicho que una cosa "son las opciones personales y otras las políticas", y ha lamentado que se confunda "lo que defiende un partido y un gobierno con las opciones personales y familiares". Y ha acabado diciendo que el PSC-PSOE ha demostrado su apuesta por la educación pública con la contratación masiva de maestros. Y aquí es donde a la gente le ha subido la adrenalina y el ardor guerrero.
Si esto es así, tal y como dicen los señores Montilla y Zaragoza, entonces deberemos entender que lleven a sus hijos donde quieran pero también que el PSC-PSOE deje de hacer demagogia. Porque mucho me temo que es el tema de siempre y que podríamos llamarlo "doble moral". Porque la opción de Montilla no ha sido ni la pública ni la privada-concertada a la que se quiere integrar en la red de servicio público, la opción ha sido la privada, pura y dura, y además extranjera. La verdad, no es coherente con las tesis de su partido.
Muchos dirán que no es justificable, o eres "socialista" o no lo eres y sólo lo aparentas, y éste es el caso de Montilla por mucho que lo intenten justificar. Siempre se ha dicho que un político que predica con el ejemplo resulta más creíble que otro que hace exactamente lo contrario de aquello que defiende. Podríamos concluir que Montilla es una persona que no tiene ningún tipo de coherencia y que vive una especie de esquizofrenia que hace que lo que piensa no se refleje en su vida real.
Otros tantos dirán que si priman más las opciones personales que las politicas, entonces señores políticos desentiéndanse de la educacion y déjennos al resto de los padres con nuestras opciones personales y permítannos pasar de sus opciones políticas sobre la educación. Porque, ¿no deberían los prestadores de los servicios públicos ser los primeros en utilizarlos?. Poca credibilidad tienen las afirmaciones de Montilla respecto de la bondad del sistema público de enseñanza si lleva a sus hijos a la privada.
Y lo peor es la hipocresía y la falta de valor a la hora de justificarse, no hace tanto en un programa de radio la mujer de Montilla justificaba llevar a sus hijos a un colegio privado "porque queremos que aprendan idiomas, y además queda al lado de casa". Si defienden la escuela pública es porque piensan que es buena también para sus hijos, ¿o sólo lo es para los demás, para los que tanto les da el tema de los idiomas o le corresponde por sorteo un centro a quince minutos de casa?. ¿Dónde está la coherencia?.
Haz lo que yo te digo, pero no lo que yo hago. El señor Montilla defiende la escuela publica y sus hijos no van, o sea, predica lo que no cree. ¡Qué pena!.
Para acabar quiero citar textualmente lo siguiente: “En educación siguen miles de jóvenes haciendo clases en barracones -este curso muchos más que el año pasado-, el Govern sólo dedica el 2,7% del PIB ante el 4,3% del Gobierno del PP en España, y está a la cabeza de las subvenciones públicas más elevadas a la escuela privada, muchas veces escuela privada de élite”. (Artículo de José Montilla: “El bienestar como razón del cambio.” El Periódico, 15 de septiembre de 2003).