Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris adolescentes. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris adolescentes. Mostrar tots els missatges

dimecres, 25 de febrer del 2009

Adolescents “agobiats”

Tothom sap que l’adolescència és el període de la vida que segueix la infància i precedeix l’edat adulta. La qual cosa ens hauria de fer intuir i pronosticar que els nostres joves encara no tenen ni grans responsabilitats ni excessives càrregues socials i familiars a diferència dels adults. Malgrat això cada dia se sent més en boca dels nostres adolescents l’expressió “estic agobiat”. I sembla ser que el nombre d’adolescents aclaparats (“agobiats”) va en augment. Hi ha certs adolescents que tenen la sensació de doblegar-se sota una càrrega excessiva d’obligacions a fer.
No és d’estranyar, doncs, que en els nostres centres quan el tutor d’un adolescent li demana a aquest el motiu de per què ha fet campana tota una setmana la resposta que aconsegueixi sigui semblant a aquesta: “No ho sé, és que estic molt “agobiat” i me n’anava a casa d’un amic perquè necessitava desconnectar i estar sol”. L’aclaparament que pateixen alguns dels nostres adolescents és l’excusa perfecta per justificar la seva manca de responsabilitat i de compromís amb la societat en la que viuen.
Recordo una anècdota que em va passar amb una adolescent. Estàvem parlant del seu rendiment acadèmic i li feia notar que aquest havia baixat respecte el trimestre anterior. De sobte tota esverada em diu: “No ho sé “tio”, és que estic “agobiada” i necessito marxar, necessito fugir. Necessito marxar uns dies on sigui però molt lluny de casa meva”. Li pregunto si hi ha mal rotllo a casa seva. Em diu que és tot, que si els estudis, que si anar al “cole”, que si ajudar a casa, que si els exàmens, que si ..... Bo, fent un resum d’una hora de conversa us diré que aquesta adolescent feia un parell d’anys, des dels quinze, que de divendres tarda fins diumenge vespre no trepitjava casa seva doncs se n’anava a casa d’un amic seu. Tot sorprès li vaig preguntar, ingenu de mi, com podia sentir-se aclaparada a casa seva si tres dies a la setmana no hi era i els altres pràcticament no coincidia amb els seus pares doncs aquests arribaven molt tard a la nit.
Potser el que aquests adolescents anomenen aclaparament sigui més un signe de desorientació. La forma en que, com a societat, eduquem i preparem als nostres adolescents crea desorientació en ells i fa que siguin incapaços de suportar, fins i tot, un mínim d’exigència social. Tot ha de ser immediat. Tot ha de ser fàcil. Tot ha de ser divertit. I si no ho és s’aclaparen fàcilment o, millor dit, no saben orientar-se ni discernir el què és més correcte. La societat, i nosaltres som la societat, no els hi proporcionem les eines adients per a la seva orientació i maduració. Les societats que no assumeixen el seu paper d’educadores creen individus que s’aclaparen molt fàcilment.

diumenge, 25 de gener del 2009

Reflejos no inventados de la realidad

En el devenir del día a día de la actividad docente se producen multitud de situaciones curiosas que acaban en el olvido de nuestras memorias. A continuación se exponen cuatro de estas situaciones no inventadas.
.- Reflejo no inventado número 1: Son las nueve y cuarto de la mañana. El horario de clases es de ocho y media a dos menos cuarto. Ante la ausencia en la primera hora de la mañana de una alumna de 17 años se llama, por teléfono, a casa de ésta desde la secretaría del centro escolar.
- Buenos días, ¿es la madre de Fulanita?
- Síííí - responde con media voz la madre al otro lado del teléfono.
- Buenos días, la llamo porque su hija no ha asistido a clase esta mañana. ¿Está enferma?
- No, es que no me ha sonado el despertador esta mañana y no nos hemos despertado a la hora.
- Bueno, no se preocupe – dice la secretaria del centro – a todos nos puede pasar que no nos suene el despertador. Así, su hija vendrá ahora ¿no?
- No, pues no vale la pena ya por lo que queda de mañana.
- ¡Mujer!, hasta las dos menos cuarto todavía queda mucho. Es mejor que venga – replica la secretaria.
- No sé, no sé. ¿Sabe qué?, despertaré a mi hija y que ella decida. Gracias por llamar. Adiós.
- Adiós.
Y, efectivamente, la hija decidió seguir durmiendo.
.- Reflejo no inventado número 2: Silencio absoluto en la clase. El profesor ha considerado dejar la hora de su materia para que los alumnos, de 16 años, pongan al día sus apuntes y repasen la materia. La única condición impuesta por el profesor es que no se puede hablar y que cada uno, de forma individual, haga las tareas propuestas.
Silencio absoluto. Pasan más de treinta minutos y todos los alumnos están en silencio y trabajando. De pronto, y casi gritando, un alumno pregunta:
- Profe, ¿qué hora es?
- Menganito, ahora no es el momento adecuado para esa pregunta – responde sin inmutarse el profesor.
- Pero, profe ¿qué hora es? – continúa casi chillando el alumno.
- Menganito, te repito que ahora no es el momento adecuado para esa pregunta. ¡Calla!. – responde de nuevo sin inmutarse el profesor.
- Yo sólo quiero saber la hora, ¿por qué me tengo que callar?
- Porque no es el momento adecuado – replica secamente el profesor.
- Pero, ¿qué hora es? - insiste levantando más la voz el alumno.
- Menganito, sal un momento de la clase – ordena irritado el profesor.
- Esto es una injusticia. Yo sólo quiero saber qué hora es. No hay derecho, tú me tienes manía – insiste el alumno.
- Sal de la clase – reitera, ya enfadado, el profesor.
El alumno se levanta y sale de la clase con el convencimiento de no haber hecho nada incorrecto.
.- Reflejo no inventado número 3: Iniciado ya el segundo trimestre escolar Zutanita, de 16 años, ha faltado a primera hora de la mañana. Desde la secretaría del centro se llama a casa de la alumna y hablan con la madre.
- Buenos días, su hija esta mañana no ha venido a clase. ¿Está enferma?
- No. Mi hija irá al colegio de 9 a 12 de la mañana cada día.
- ¿Cómo?
- Que mi hija a partir de hoy irá de 9 a 12.
- Pero, oiga señora que el horario de su hija es de 8 de la mañana a las dos de la tarde.
- Sí, bueno, pero ahora hará éste pues me tiene que ayudar en casa.
- Pero esto no puede ser – intenta argumentar la secretaria - ¿no se da cuenta que su hija perderá muchas horas de clase?
- Es que la necesito en casa – replica la madre colgando el teléfono.
.- Reflejo no inventado número 4: Faltan diez minutos para que se acabe la clase y el profesor empieza a recoger los trabajos que ya están impresos y terminados. Merenganita, de 17 años, coge la hoja que acaba de imprimir la impresora y se la entrega al profesor que comienza a leerla rápidamente.
- Repasa la ortografía. Todavía tienes tiempo – le indica el profesor.
Tres minutos más tarde Merenganita le vuelve a entregar la misma hoja al profesor.
- Te he dicho que lo revises que hay muchas faltas de ortografía – le vuelve a decir el profesor.
- Pero, ¿está bien o no? – pregunta la alumna.
- Lo que explicas está bastante bien pero hay muchas faltas de ortografía. Repásalo y me lo entregas – dice el profesor.
- Pero, ¿lo voy a tener que repetir sólo porque tiene faltas? Pues si las respuestas están bien quiere decir que el trabajo está bien.
- El trabajo no está bien porque tiene faltas – insiste el profesor.
- Pues yo no lo repito. Sólo porque tiene faltas quiere que lo repita – se queja Merenganita.
- Revísalo – ordena, enfadado, el profesor.

diumenge, 28 de desembre del 2008

Maleducados

El pasado 21 de diciembre en el suplemento D7 Los domingos de ABC, del diario ABC, salía publicado un reportaje titulado "Maleducados. La tiranía de los sin límites" de la periodista Virginia Ródenas. Para su elaboración se requirió la colaboración del administrador de este blog, es por ello que facilitamos su reproducción a continuación.

dimecres, 17 de desembre del 2008

Final de trimestre

Estamos a final de trimestre y a algunos alumnos parece que se les están haciendo eternos los últimos días. Hablo, en concreto, de adolescentes cargados de excusas mil que gozan de las justificaciones pertinentes por parte de sus respectivos padres. Sería incorrecto decir que sorprende esta situación que se repite un trimestre tras otro, pero lo cierto es que los finales de trimestre registran un aumento considerable de faltas de asistencia y de puntualidad en nuestras aulas.
Los controles de puntualidad de los centros docentes pueden dar fe de la cantidad de alumnos que tienen como despertador principal su llamada telefónica. Así cuando desde el centro docente se llama a casa del alumno no es extraño sentir una media voz, que dice “digaaaaa”, como prueba irrefutable de que el alumno acaba de ser arrancado del sueño de Morfeo. A partir de aquí, todas la excusas que se quieran por inimaginables que parezcan como llegar a media mañana “porque se ha ido la luz en mi casa esta noche y hasta que no ha vuelto no me he podido secar el pelo”, o el alumno que aparece por la tarde porque por la mañana ha tenido que ir al médico de cabecera ¡a las 9 de la mañana! y claro no iba a llegar al centro una vez empezadas las clases. Seguro que se podría escribir un libro sólo con las justificaciones de nuestros alumnos …… y de sus padres.
A algunos alumnos les cuesta entender que el hecho de traer una nota escrita firmada por sus padres no justifica ni las faltas de puntualidad ni las de asistencia. Bien, a algunos alumnos y también a algunos padres que creen, erróneamente, que una nota escrita por ellos justifica una actuación poco responsable de sus hijos. A algunos padres les preocupa más salvar las apariencias de las actuaciones de sus hijos que contribuir, conjuntamente con el centro docente, a hacerlos más responsables y conscientes de sus actos. No deberían extrañarnos estos comportamientos en un país donde la poca puntualidad y la baja productividad son unos de los índices que nos diferencian de los países de nuestro entorno. Falta de compromiso que más tarde reproducirán en sus puestos de trabajo, en sus relaciones sociales y familiares.

dissabte, 1 de desembre del 2007

Emilio Calatayud: reflexiones en voz alta

Por su valor testimonial adjuntamos en dos videos la intervención que realizó Emilio Calatayud Pérez, juez de menores de Granada, en una tertulia educativa hace algunos meses.
Recomendamos poder dedicar unos minutos a oir sus reflexiones en voz alta.