En los últimos meses, años diría, es cada vez más frecuente desayunarse con decenas de informes sobre la realidad de nuestro sistema educativo. Estudios que se utilizan como armas arrojadizas contra el sector educativo sin ningún tipo de miramiento y más con la intención de hacer mal que con el objetivo de ayudar a mejorar la situación. Ante esta situación me asaltan los siguientes interrogantes:
.- los tertulianos, y los opinadores de los medios de comunicación, cuándo se leen estos estudios, ¿por la noche?. Me sigue sorprendiendo la capacidad de análisis que tienen algunos pocas horas después de difundirse un estudio. A otros nos cuesta tiempo, días incluso, poder leernos e interpretar un estudio de la extensión del PISA, por ejemplo.
.- los opinadores comparan entre sí los dos estudios PISA, el del 2003 i el del 2006, cuando los objetivos de ellos no son los mismos. Se reconoce, incluso con la boca pequeña, pero se acaba dictaminando que hemos bajado respecto del año 2003,. Pero, ¿no habíamos quedado que eran difícilmente comparables?.
.- todo el mundo acepta que una parte importante de la integración de los inmigrantes vendrá a través del sistema educativo, y seguramente ello será cierto, pero parece que muchos opinadores tienen una imágen idealizada del estudiante acabado de llegar a nuestro sistema educativo como aquel que ya nos proviene de una escolarización en su país de origen y, muchas veces, éso no es cierto. Por lo tanto los déficits educativos de origen de estos alumnos se reflejan en las pruebas y estudios sobre el sistema educativo.
.- todavía nadie nos ha dicho si una puntuación de 515 y otra de 498, en el estudio PISA, es significativa estadísticamente. Porque, en el caso de no serlo, acabar en la posición 12 o 26 de la lista de países se convierte en una mera clasificación ordinal.
.- las interpretaciones de los diferentes estudios ponen en jaque la labor educativa de los docentes o la asignación de recursos al sistema educativo, pero casi nunca nos interpretan el rendimiento de los alumnos dentro de su horario escolar cuando resulta que se han ido a dormir a las tantas de la madrugada o nos llegan el lunes a las aulas después de un fin de semana de marcha en la que algunos prácticamente no han pisado su hogar paterno. ¿Cómo queremos que rindan escolarmente cuando familiarmente se les consiente una forma de vida tan desestructurada?. ¿Rendiríamos nosotros en nuestro trabajo si lleváramos el ritmo de vida de algunos de nuestros alumnos?. Con toda probabilidad, no.
Tal parece que todos, políticos y sociedad, no hacemos más que planear por la superficie de la realidad que nos rodea.
2 comentaris:
Y yo añadiría que el informe PISA tiene como objetivo analizar los resultados en función de la inversión por alumno. La conclusión a la que llega es que hay una relación directa entre el nivel socioeconómico de los alumnos y los resultados obtenidos. España destaca, precisamente, por los buenos resultados de los alumnos de menor nivel socioeconómico. ¿No es eso un éxito social?
Estou de bastante de acuerdo contigo, jose martín, y quizás uno de los factores menos explotados, y analizados, del PISA sería el estudio de los diferentes sistemas educativos de los diferentes países como cohesionadores sociales, lo cual tiene una importancia muy grande para cualquier sociedad.
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